lunes, 5 de junio de 2017

Finaliza el curso




Nos acercamos al final de Curso 2016 – 2017 y nuestra coordinadora nos hace llegar el resumen de actividades y me sorprende comprobar la variedad de trabajos presentados, la calidad personal de nuestros invitados y la variedad de visitas realizadas.


          

Muchas personas ajenas a La Tertulia me preguntan qué en que consiste ésta, que para que nos reunimos, si es literaria, cultural o de que va todo esto y bien es cierto que no siempre he sabido dar respuesta a sus preguntas.
Ahora, revisando la memoria elaborada por Águeda, voy encontrando razones para responder a quienes no nos conocen y a la vez descubro “lo buenas, buenísimas que somos” ya que a lo largo de los últimos nueve meses hemos viajado en tren desde la estación de Cartagena, hemos navegado con emigrantes hasta Hawái y en las galeras de Alfonso X el Sabio acompañados por Pedro Fondevila; hemos entrado a la Cueva Victoria y conocido La Ilustración gracias a Pérez Adán y visitado a nuestra patrona, la Virgen de la Caridad de la mano de Ginés Fernández Garrido.




         Caravaca, Mazarrón, San Ginés de la Jara, Cuba o el Congo han sido alguno de los lugares que hemos conocido, unas veces mediante breves visitas de un día, otras veces hemos viajado escuchando a nuestras compañeras contándonos sus experiencias, sus recuerdos y sus imágenes.
         Cada jueves es una nueva sorpresa, no hay un guion al que haya que someterse: Pintura, recordando a Vicente Ros, música, escuchando los diferentes sonidos del siglo XX,  Miguel Ángel, La belle époque…
         Menos mal que al finalizar el curso no tenemos que someternos a un examen para pasar al siguiente nivel, pero estoy segura de que “progresamos adecuadamente”






         Ya voy, poco a poco, adquiriendo suficiente información para contestar a quienes me preguntan: La Tertulia Athenea es algo parecido a una novela que leí hace tiempo (que alguien me diga el título) en el que cada persona tenía que aprender de memoria un libro, ya que estos iban a desaparecer. En nuestra tertulia cada una esconde dentro de sí información sobre historia o geografía  o arte o ciencia o cualquier conocimiento presente o pasado para compartir con el resto de tertulianas y cuando descubrimos que existe en nosotras una carencia, recurrimos a nuestros invitados para que nos aporten información y así, de esta forma vamos enriqueciéndonos semana tras semana.






En otra ocasión haré un resumen de las actividades lúdicas y extracurriculares en las que nos sentimos algo más que tertulianas: meriendas, partidas de continental, charlas interminables por el WhatsApp, el cine, los conciertos, inauguraciones, estrenos, exposiciones… pero eso será otro día.

viernes, 2 de junio de 2017


Otra vez África y Occidente





¿De qué nos estuvo hablando ayer Sole? Ayer nos presentó su trabajo nuestra compañera y amiga Soledad Rodríguez de Rivera titulado “Otra vez África y Occidente”, con el que de nuevo nos quiso mostrar ese continente mezclando historia, economía, política, imágenes y palabras, pero por encima de todo AMOR.












Sole vuelve de nuevo a contarnos su experiencia personal en África, sus recuerdos y vivencias pero no es de eso de lo que realmente quiere hablarnos: Ella nos muestra la forma sencilla cómo viven actualmente esas gentes con las que convivió en los años sesenta, aunque bajo sus pies y en todo su entorno, las riquezas están ahí a disposición de aquel que más grite, que más mande que más pueda.




¿De qué nos estuvo hablando ayer Sole? El subtítulo del trabajo que nos presentó decía “Homenaje a un hombre de paz” y ese hombre con más consonantes que vocales en su nombre era Dag Hammarskjöld.



¿Quién fue? ¿Cómo vivió? ¿Cómo murió? Sole nos regaló una colección maravillosa de frases pronunciadas por este Premio Nobel de la Paz que amó el Congo tanto, aunque no más que nuestra amiga y tertuliana.

«El perdón es la respuesta al sueño de un niño de un milagro por el cual lo que está roto se recompone, lo que está sucio se limpia de nuevo»
«Dios no muere el día en que dejamos de creer en una deidad personal, sino que murió el día en que nuestras vidas dejaron de ser iluminadas por el resplandor constante, renovado diariamente, de una maravilla, la fuente de la cual está más allá de toda razón».
«No hay que buscar la muerte. La muerte te encontrará. Más bien, busca el camino que hace de la muerte una consumación»
«Creo que deberíamos morir con decencia para que al menos la decencia pueda sobrevivir»
«Nunca midas la altura de una montaña hasta que hayas alcanzado la cima. A continuación podrás ver lo baja que era»


No cabe en esta reseña y además yo no soy capaz de plasmarlo en palabras todos los sentimientos que ella nos manifestó ayer tarde. Siento no saber expresarlo mejor.