lunes, 16 de julio de 2018


Unus pro ómnibus, omnes pro uno




Las reuniones de la Tertulia Athenea terminaron en Junio y se reanudarán en Octubre, pero la Tertulia no se disuelve durante el verano, porque continúa viva. Ser miembro de esta tertulia tiene una serie de obligaciones que todas debemos cumplir, como acudir con asiduidad a las reuniones semanales, elaborar y presentar un trabajo al menos durante el curso y poco más. En contraprestación, todas y cada una de las tertulianas, por el simple hecho de serlo, tiene derecho a disfrutar de una serie de prerrogativas diversas como ser querida, apreciada, respetada y mucho más y todo ello durante los trescientos sesenta y cinco días del año.

Resultado de imagen de todos para uno uno para todos

No importa que se hayan acabado los encuentros semanales, que cada cual esté pasando los meses de vacaciones en diferentes lugares del país, no importa. La Tertulia Athenea es algo más que un encuentro semanal a lo largo del curso y ya hemos comentado en otras ocasiones que el WhatsApp es el fluido que alimenta a este grupo o quizás sea como la tela de araña que nos engancha y enreda como a moscas y por una cosa u otra escribimos sobre todo lo divino y humano; puede ser para felicitar a alguna por un aniversario, mostrar las imágenes de un viaje, el nacimiento de un nieto, la enfermedad de un familiar… todo vale para recordarnos que somos algo más que conocidas, amigas o familia, somos algo más: Somos la Tertulia Athenea.


Los encuentros de la tertulia continúan fuera de su lugar oficial gracias a los whatsapps que nos convocan para un encuentro alrededor de una mesa en alguna cafetería del centro, las partidas de continental son también buenas excusas, así como el estreno de una película. El caso es no perder el contacto durante el largo periodo vacacional y de vez en cuando, como las olas del mar, (como se nota que estoy escribiendo desde la playa) nos acercamos, nos alejamos, pero nunca dejamos de mantener la relación cariñosa entre todas nosotras. Buena prueba de ello han sido estos últimos días acompañando a nuestra compañera Carmen Marín. Nos ha dolido a todas, lo hemos sentido todas y cada cual dentro de sus posibilidades ha estado ahí, junto a ella y toda su familia.


La tertulia Athenea debería hacer propio el lema nacional de Suiza: “Unus pro ómnibus, omnes pro uno”, frase latina que significa “Uno para todos y todos para uno” y que Alejandro Dumas hizo popular en su novela Los tres mosqueteros.

martes, 10 de julio de 2018

María Cascales

Esta noticia, leída hoy en la prensa local, me ha parecido digna de copiar aquí, aunque María Cascales se merece mucho más.

La investigadora y científica cartagenera descubre la placa en la calle que el municipio le ha dedicado, en el lado norte de Antiguones
Una de las calles del campus universitario de la Muralla ya lleva el nombre de una de las científicas más eminentes que ha dado Cartagena. La doctora en Farmacia, investigadora e Hija Predilecta de la ciudad, María Cascales Angosto, descubrió ayer en la fachada norte del antiguo Cuartel de Antiguones, sede de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación de la UPCT, la placa que da su nombre a la vía que une el paseo de la Muralla de Carlos III con las calles Lagueneta, Antiguones y de la Linterna.
María Cascales Angosto, nacida en Cartagena en 1934, fue la primera mujer española que accedió a una academia científica: fue en 1987, a la de Farmacia. Doctora en esta rama de las ciencias de la salud e investigadora especialista en bioquímica clínica del CSIC, ha publicado numerosos trabajos y libros, así como dirigido tesis doctorales. Está en posesión de la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio y el título de Doctora Honoris Causa por la UNED, entre otros reconocimientos civiles y académicos. El Ayuntamiento de Cartagena le entregó en abril de 2010 el título de Hija Predilecta de la ciudad.
«Este alto honor que hoy recibo no hubiera tenido lugar si no hubiera contado a lo largo de mi vida con el estímulo de mis padres y hermanos. Mi agradecimiento a quienes hoy habéis venido a acompañarme y felicitarme en este importantísimo momento de mi vida», destacó Cascales al descubrir la placa de la que ya es su calle.
Desde que recibió la más alta distinción que Cartagena entrega a sus hijos, hace ocho años, han sido numerosas la veces que la doctora Cascales ha vuelto para colaborar en cuantas cuestiones le han solicitado las instituciones locales. Ayer, emocionada, expresó su satisfacción por que este reconocimiento le llegue en vida. Y así se lo agradeció a la alcaldesa, Ana Belén Castejón, pero también a sus predecesores, José López y Pilar Barreiro.
Previamente, Castejón destacó el papel que han jugado las mujeres en la historia de Cartagena y la necesidad de reflejar su labor en el callejero. Para la alcaldesa, Cascales era un caso digno de destacar ya que en un mudo de hombres supo labrarse un futuro como investigadora, siendo la primera mujer que ingresó en la Academia de Farmacia.
Después del verano, otra calle de la misma zona del casco histórico llevará el nombre de la Hija Adoptiva de Cartagena Rosario Juaneda.