lunes, 21 de marzo de 2016



HISTORIA DE LA CARTA DE JUAN DE LA COSA

Lo prometido es deuda y aquí estoy otra vez para seguir contando un poquito más sobre "la Carta de Juan de La Cosa"
¿Quien encargó la carta a Juan de La Cosa? Probablemente el Rey Fernando el Catolico, o algún cardenal de la época, Mendoza, Cisneros, o el arzobispo Fonseca, no sabemos, pero seguro que fué alguien con mucho poder.
  Aunque no lo parezca y no le demos importancia, esta carta naútica es una verdadera obra de arte, lo que no nos explicamos como Juan de La Cosa consiguió terminarla tan pronto (entre Abril o  Mayo de 1.500, que regresó del primer viaje y Octubre que comenzo el cuarto viaje) puesto que en otras copias realizadas, (alguna de ellas), se tardo unos diez años.
La Carta fué depositada en el Archivo de "La Casa de Contratación de Sevilla"(una especie de aduana de su epoca, para Las Indias) de allí fue robada, presumiblemente durante la Guerra de Independencia. 
En 1832, el BaronWalkenaer, embajador holandés en Paris, la compró a un trapero que no sabía lo que tenía entre manos. A la muerte del Baron, su biblioteca fué puesta en venta por sus herederos en 1853. Ramón de La Sagra alertó al Ministerio de Marina (en tiempo de Isabel II) de la importancia del documento y se compró en subasta por 4.321 francos. Se expuso en la sala de "Descubrimientos" del Museo Naval de Madrid.
Con ocasión del IV centenario se hizo una edición facsímil de 25 ejemplares en pergamino, numerados sellados e iluminados a mano, al precio de 500 pts. y otros cien en papel. Acompañando al facsímil , iba un estudio de la Carta en español, ingles y frances. Durante la Guerra Civil fué custodiada en Valencia, volviendo al Museo al terminar esta. 


( Detalles de la Carta, Virgen con niño y El Preste Juan )
 

miércoles, 16 de marzo de 2016



LA CARTA DE JUAN DE LA COSA (año1500)
Queridas tertulianas, ¡lo que son las “nuevas tecnologias”!
Que fácil resulta hoy en día comunicarnos, una llamada…, un wasspp…, y hasta con un simple emoticono, nos ponemos en contacto rápidamente. ¡Que diferencia con nuestros pobres antepasados!, cuando una carta podía tardar semanas, o meses, dependiendo del lugar de origen, ¡claro!. Esto me ha traído a la memoria algo muy curioso, una carta, pero no una carta normal, no, una carta de navegación, la de Juan de La Cosa y podemos decir que hasta con sus emoticonos y todo.
La Carta a la que me refiero es famosísima como todas sabéis, pero ¿Alguien se ha entretenido alguna vez en observar detenidamente sus dibujos y detalles?
Bueno, lo primero y principal, es que es la primera carta náutica en la que aparece el continente americano.
Tuve ocasión de verla, (la autentica) en el Museo Naval de Madrid, pero existe una copia facsímil estupenda en nuestro Museo Naval de Cartagena, que podéis ver en cuanto queráis.
En resumidas cuentas, lo que vengo a decir es, que no hay nada como ocuparse de los detalles, o fijarse en ellos.
¡¡ Cuantos detalles ayer en la celebración de los 20 años de tertulia!! Bueno, pues esto es igual…vamos a ver los detalles, porque al final eso es lo que importa.

      Esta, es una carta manuscrita, con colores, dibujada en dos      pieles de pergamino unidas que miden en total 930 milímetros de alto por 1830 milímetros de ancho, tiene tamaño irregular ya que la parte izquierda es el cuello del animal, en este caso parece piel de ternera.
Y he aquí a este señor nacido en Santoña, propietario y maestre de la nao “Santa Maria”, la misma con que se descubrio America.
Su famosa carta, la realizó en el
Puerto de Santa María con los apuntes , notas y experiencia de sus viajes.
Encontraremos, en su carta, a la Santisima Virgen, a los Reyes Magos , el Portal de Belen ,a la Reina de Saba, a San Cristobal, al Preste Juan, buques portugueses, buques españoles, la Isla de Trapobana (actual Ceylan) reyes europeos, asiaticos, y africanos etc. El Ecuador, el Trópico de Cancer, el Meridiano del Tratado de Tordesillas y muchas más cosas que otro día os explicaré.


Breve reseña de un gran acto


 Que conste que en esta foto faltamos un buen número de tertulianas. ¡Que rabia!




Me gustaría hacer una reseña de lo que se vivió ayer en la sede de la Tertulia Athenea y como tal reseña debería ser breve y sin describir minuciosamente todo lo que allí pasó.
De entrada lo veo muy difícil, dificilísimo, porque a lo largo de más de tres horas ¿sólo tres horas? se sucedieron todo tipo de acontecimientos emotivos.




No todos los días se cumplen veinte años de algo y si ese algo es una reunión de mujeres, de diferentes edades, intereses y motivaciones, teóricamente eso no tiene mucho futuro. Está muy extendido  el prejuicio que considera que una reunión de mujeres pueden ser  letal, pero esa teoría se fue por tierra ayer tarde en la celebración de los VEINTE AÑOS DE LA TERTULIA ATHENEA.





No quisiera nombrar, una a una, a las personas que pensaron, organizaron y pusieron en marcha este acontecimiento, porque tendría que alargarme demasiado, pero solo diré algunos nombres… 
¡No! Sé que si pongo media docena de nombres y sus méritos, estaré dejando fuera a otras muchas mujeres de nuestra Asociación que han hecho posible celebrar esta efemérides y lo que no pretendo con este escrito es dañar en lo más mínimo a nadie.

                               

Ayer se puso de manifiesto que la amistad existe, que el pensar en los demás está siempre presente en este grupo, que la delicadeza, la preocupación por los problemas de los otros es inherente a todas y cada una de las personas que forman esta tertulia.



Ya dije al principio que tan sólo pretendía hacer una breve reseña, sin extenderme demasiado y por ello pongo punto final, sin añadir los mil agradecimientos y sin mencionar a las personas que nos hicieron vivir una tarde inolvidable.Tampoco escribiré sobre los regalos recibidos por todas ni tampoco de las delicias que saboreamos al finalizar el acto.





Sólo añadiré que habrá que estar preparadas para lo que se les ocurrirá a estas cabezas pensantes para las BODAS DE PLATA de nuestra querida Tertulia. Como dice el título de una película: 
¡Mejor… imposible!

JUANA ROMÁN HURTADO

Una tertuliana ilustre que ya no se encuentra con nosotras, poeta reconocida que donaba el dinero de sus ventas. Componía también Misas Flamencas. Y las cantaba.

En la misa de su velatorio, el 3 de febrero de 2.008, su hija Carmen Rosique Román contertulia nuestra, creyó oportuno leer una poesía de su madre aunque no había expresado tácitamente ese deseo.



¡ABRID LA VENTANA  AL HUERTO!

Mis ojos ya estarán fijos

en un lejano lucero;

el cosmos muy lentamente 

irá invadiéndome el cuerpo.

Cuando llegue ese momento…

abrid la ventana al huerto.

El aire entrará a besarme 

cariñoso y bullanguero 

oliendo a tierra mojada 

y a frutos de limonero.

Cuando llegue ese momento…

abrid la ventana al huerto.

Los alegres gorriones 

invadirán mi aposento

y la abubilla pintada

y el campesino vencejo.

Cuando llegue ese momento…

abrid la ventana al huerto.

Habrá una explosión de vida 

en torno a mi cuerpo yerto;

orugas y mariposas, 

lagartijas y mochuelos.

Cuando llegue ese momento…

abrid la ventana al huerto.

Al pie del olivo pardo 

nuestro viejo jardinero 

se habrá enjugado una lágrima

de sentimiento sincero.

Cuando llegue ese momento…

abrid la ventana al huerto.

Me traerá tomillo el monte, 

olivardilla y romero, 

el perfume de las flores 

y el aullido de mi perro. 

Cuando llegue ese momento…

abrid la ventana al huerto.

Junto a mí estarán el Arte, 

la Justicia y el Cerebro, 

El Amor, la Simpatía, 

(¡oh, Benjamín de mis huesos!)

Cuando llegue ese momento…

abrid la ventana al huerto.

No habrá pena por la carne

que irá ya por cauces nuevos

y el alma la habré dejado 

en cada uno de “ellos”.

Cuando llegue ese momento…

abrid la ventana al huerto.

JUANA ROMÁN HURTADO