¿QUÉ ES UN TALLER DE
TEATRO CREATIVO?
Se plantea este Taller
como una herramienta para desarrollar la creatividad, estimular el
conocimiento del verdadero yo de cada cual, y crear desde esa
perspectiva una representación teatral.
Se utilizan técnicas
teatrales procedentes de Stanislavsky, Artaud, Boal, Jordorosky,
etc…, para el aprendizaje actoral, que incluyen ejercicios de
improvisación, concentración, relación, respiración, dicción,
etc…, y se recupera el juego como instrumento creativo, rescatando
a nuestro niño interior.
Todas las personas
podemos crear, imaginar, inventar, conformar una obra de teatro, si
queremos, y además desinhibirnos, relacionarnos, compartir ideas y
sentimientos, y librarnos de condicionantes sociales o culturales que
nos impiden avanzar en nuestro crecimiento como seres humanos.
Así comienza nuestra compañera tertuliana, Mercé Sànchiz, ayer jueves 19 de Mayo 2022, con el magnífico trabajo que nos preparó para nuestro encuentro semanal en Tertulia Athenea. Ella es una gran experta en este medio.
A continuación, paso un resumen del mismo.
1
- TEATRO COMO OPORTUNIDAD
El
teatro, además de su papel social y cultural, posee otras cualidades
muy interesantes, que lo convierten en una
oportunidad
para sacudir la timidez y transitar diferentes emociones y personajes
que nos ayuden a
conocernos, aceptarnos y sentirnos vitales.
El
teatro, su estudio y su práctica, abre un potencial creativo basado
en la autenticidad y singularidad de cada persona y aporta la
posibilidad de una exploración profunda de sí mismo poniendo la
atención a los procesos: emocionales, corporales y mentales para
alcanzar un máximo de congruencia interna que lo conduzca a una
respuesta auténtica y vital tanto en el escenario como en la vida.
No
es necesario querer ser profesional de las tablas para hacer teatro.
Toda persona interesada en su autoconocimiento, su crecimiento
personal, en las relaciones con los demás, en resolver conflictos
internos, vitales o circunstanciales, en transmitir o comunicar con
los demás, en divertirse divirtiendo, puede y, quizás, hasta debe
hacer teatro. Todas las técnicas modernas teatrales, aportan al
trabajo actoral un componente sicológico y terapéutico que lo hace
posible.
Es
más, en la actualidad se utilizan las técnicas teatrales como un
medio terapéutico de gran poder curativo: la Terapia Gestalt, el
Psicodrama, el Dramaterapia, el Arte terapia, la terapia de la Risa,
se aventuran en la representación teatral de todos los conflictos
humanos, despertando la expresión, la imaginación, los sueños, los
conflictos, la magia. Fritz
Perls, el creador de la Terapia Gestalt, aprendió teatro en su
juventud y trabajó durante años con actores y bailarines del teatro
de vanguardia. Su práctica terapéutica estuvo siempre entrelazada
con el arte.
En
el teatro y en las citadas terapias, hay lugar para todas las
emociones, afectos y pasiones, sin crítica ni ocultamiento. Se
trabaja con el cuerpo, el movimiento, la emoción, la acción,
el pensamiento, la imaginación, la palabra, el caos, el arte y la
expresión. Y por supuesto, puede haber un lugar para el alma, para
lo sagrado, espiritual o trascendental (tal como cada uno lo
entienda), en el teatro se le suele llamar “magia”.
2
- ¿CÓMO LO HACEMOS?
Se
trata de auto explorarnos mediante el uso de ejercicios teatrales,
que tiene como objetivo despertar e incrementar los niveles de
conciencia de los ejecutantes. Para ello nos valemos de la danza,
meditación, juegos, ejercicios de teatro, una mezcla potente para la
liberación personal. Con ella fomentamos la escucha personal, el
amor y nuestros talentos más valiosos. Se trata de una autoconexión
y autoliberación, para jugar en el escenario de la vida con toda
creatividad, fantasía y sensibilidad, liberando nuestras barreras
personales, para la sanación del Alma.
“Jugar
a ser otro”, nos conecta con partes de nosotros/as mismos/as
que teníamos completamente negadas, y a veces es muy gracioso,
cuando hacemos la integración de lo que hemos representado en un
taller, como nos empeñamos en recalcar: “Yo no soy así, he hecho
esto porque era Teatro”. Nos cuesta reconocer nuestro talento
creador, y aceptar que al fin y al cabo siempre es uno mismo
quien ha creado el personaje. Por ello el Teatro nos permite
comprender cómo creamos los roles con los que nos identificamos y
como al final acabamos confundiendo nuestra identidad real, con
el rol que desempeñamos.
Podemos
establecer un paralelismo entre el proceso de socialización,
que acaba por conformar nuestra personalidad cuando somos niños, y
como un actor puede aprender un “personaje” que está
escrito en un texto no. De alguna manera, un buen actor tiene que
defender su personaje, pensar como él piensa, sentir lo que él
siente, desear lo que el personaje desea…y sobre todo necesita
creerse el papel para hacerlo creíble a los otros…
Citando
a Calderón de la Barca: “La vida es sueño, y los sueños,
sueños son”, podemos entender, como nuestra vida es una obra de
teatro, y que cada uno de nosotros/as, en su madurez, puede ser
el creador consciente de los decorados, el texto, y los personajes
que en ella aparecen.
Por
ejemplo podemos representar una escena en la que le decimos a nuestro
jefe, que nos parece un pelmazo, expresándole todo lo que nos
encantaría poder decirle, sin arriesgarnos a ser despedidos… o
podemos explorar nuestra capacidad de seducción, o el miedo al
ridículo, creando escenas para investigar estos temas, sin correr
riesgos innecesarios.
En
el fondo se trata de conquistar una mayor libertad expresiva,
pues los personajes que representamos en este espacio, no tienen por
qué ser lógicos, ni reales, ni razonables, simplemente se nos da
una oportunidad para poder ser otra persona, una posibilidad para
poder dejar de actuar compulsivamente el “papel conocido”, y
entrar en una manera diferente de pensar, actuar, y sentir. ¿Qué
pasaría si me atrevo a convertirme en una persona que no se parece
en nada a mí, en aquel personaje que tanto critico, o que tanto
deseo? ¿Qué pasaría si me convierto en un personaje que es
completamente libre en la expresión de sus deseos más primitivos?
¿Qué pasaría si me olvidara de ser educado, y decidiera
encarnar un personaje que es irreverente?
¿Qué pasaría si me
olvido de mi baja autoestima, y me transformo en un Rey abundante,
que está lleno de regalos para compartir con los otros?
Por
lo tanto el jugar a ser otro, el permitirme ser alguien
diferente de quien creo ser, paradójicamente me puede conducir a
apropiarme de partes de mi identidad que tenía completamente
olvidadas, y que al ser integradas me ayudan a estar más completo, y
a entender otros puntos de vista y sentirme menos extraño y
aislado, en esta compleja sociedad en la que vivimos.
La
experiencia de muchos profesionales de la escena, de grupos de
teatro, de autores y técnicos de la última parte del siglo XX y del
actual, confirma la validez de estas técnicas tanto a nivel personal
como artístico.
Más
adelante echaremos un ligero repaso a la historia del teatro y de las
distintas técnicas que aplicaremos en este taller.
Uno de los maestros que nos
ayudará, Alejandro Jodorowsky, con su técnica denominada
psicomagia, nos dice:
La
familia, la sociedad, la cultura, nos pone en un molde; cuando nos
salimos del molde, empieza la curación y, no solo eso: hay que hacer
algo que nunca haya hecho uno y mientras más difícil, mejor.
BREVE
HISTORIA DEL TEATRO
Desde el principio de la
humanidad, el teatro ha sido una forma de expresar
lo que vemos, lo que sentimos, lo que soñamos, lo que imaginamos, lo
que creemos ser, y también de buscar respuestas más allá de lo que
nos enseñan o de lo que creemos que es la realidad. Ficción o
realidad, ¿Qué es más cierto?
Los
orígenes del teatro se encuentran en antiguos ritos de
la época prehistórica.
Ciertas ceremonias religiosas tenían
ya desde su origen componentes de escenificación teatral. En los
ritos de caza,
el hombre primitivo imitaba a animales;
del rito se
pasó al mito,
del brujo al actor.
Desde África, a la India, a China o América, en todas las culturas
antiguas había rituales, que se pueden considerar pre-teatrales.
1 -
Origen del teatro en Grecia
La
primera noticia que poseemos acerca del teatro griego se localiza en
Atenas, (aunque muchos estudiosos creen que lo importaron de Asia)
dónde se dan por primera vez representaciones teatrales públicas
dedicadas al dios Dionisos (o Baco, el dios del vino). A partir
de estas fiestas rituales arcaicas surge el teatro clásico griego en
sus dos variantes: tragedia y comedia, que conservan durante largo
tiempo su carácter sacro, aun emancipadas de la temática
dionisiaca.
Usaban
máscaras que se cambiaban según la sensación que querían
transmitir (alegría, tristeza) y las mujeres no podían actuar, por
lo que los personajes femeninos eran interpretados por hombres.
Precisamente
la palabra teatro viene de esa época, y la usaron para denominar el
“patio de butacas”.
2 -
Edad Media
El
teatro se va a desarrollar en esa época a partir de
las festividades.
En esas fiestas, se inician representaciones del misterio,
dentro de la iglesia.
El
teatro empezó en las iglesias representando los momentos
litúrgicos más
importantes, como la epifanía,
la visita
al sepulcro y
la pasión
de Cristo.
De ahí pasó a los pórticos de
las mismas por la inclusión de momentos cómicos y
jocosos. De la iglesia pasó a las plazas públicas
y calles.
Esto permitió la introducción de vestimenta para
la ocasión, carros decorados, etc.
El único
fragmento que se conserva en castellano es
el Auto
de los Reyes Magos,
del siglo
XII del
cual se conservan 147 versos.
Durante
la edad media las autoridades eclesiásticas se sirvieron del teatro
para divulgar entre el pueblo las historias de la Biblia y los
valores del cristianismo. Los sacerdotes crearon dramas de tema
religioso, llamados shotaaa. Las obras se interpretaban primero en
las iglesias, más adelante también en las plazas de las ciudades o
en carretas (saltimbanquis) que podían trasladarse de una localidad
a otra. El teatro medieval, al igual que el teatro clásico, surgió
a partir del culto religioso pero enfocado hacia el cristianismo.
En el
siglo XV empezaron a aparecer también obras no religiosas, basadas
en cuentos tradicionales o anécdotas divertidas. Se hicieron
populares las obras de intención moral, que utilizaban la poesía,
la música y la comedia para enseñar al pueblo. En esa época se
formaron pequeños grupos de artistas profesionales,
llamados juglares,
que trabajaban en los patios de las posadas y en las ferias.
3 -
Renacimiento
La
eclosión del Renacimiento en Italia tuvo
consecuencias decisivas sobre la evolución del teatro, pues, al
surgir una producción dramática de carácter culto, inspirada en
los modelos clásicos, y destinada a las clases aristocráticas, se
generalizó en el transcurso del siglo XVI la construcción de salas
cubiertas y dotadas de mayores comodidades.
3.1
- España: los corrales de comedias
En
España, y en la misma época que el teatro Isabelino en Inglaterra
(siglos XVI y XVII) se crean instalaciones fijas para el teatro al
aire libre denominadas Corrales
de Comedias,
con las que guardan similitudes constructivas. A diferencia del caso
inglés, en España si han
pervivido algunos
ejemplos de estas edificaciones. Exponentes de esta época son los
autores Lope
de Vega, Tirso
de Molina y Calderón
de la Barca,
claros exponentes del importante Siglo
de Oro español.
3.2 - El
gran teatro del Mundo, de D. Pedro Calderón de la Barca
El tema
fundamental que articula este auto de Calderón es el de
la vida humana
como un teatro donde
cada persona representa un papel. La imagen de la vida humana como un
teatro puede rastrearse desde la Antigüedad en
los filósofos
pitagóricos y
en el Filebo de Platón.
La primera obra literaria española en que aparecería esta imagen
sería el Crotalón,
un diálogo renacentista de inspiración erasmista y lucianesca
compuesto hacia 1552 o 1553.
Posteriormente, se convertiría en un lugar común frecuente en la
literatura española de los Siglos
de Oro,
en obras como la Diana
enamorada de Gaspar
Gil Polo, Guzmán
de Alfarache de Mateo
Alemán o
el Quijote.
Un precedente interesante de El
gran teatro del mundo sería
la Comedia
intitulada Doleria (1572)
de Pedro
Hurtado de la Vera,
por cuanto es la primera en que aparece Dios como
autor de la obra teatral que es el mundo.
Algunos
estudiosos proponen como fuente directa del tema del teatro del mundo
en Calderón un fragmento de una obra de Quevedo,
el Epicteto
y Phocílides en español con consonantes (Madrid, 1635):
No
olvides que es comedia nuestra vida
y teatro de farsa el mundo
todo
que muda el aparato por instantes
y que todos en él somos
farsantes;
acuérdate
que Dios, de esta comedia
de argumento tan grande y tan difuso,
es
autor que la hizo y la compuso.
Al que dio papel breve,
solo le
tocó hacerle como debe;
y al que se le dio largo
solo el
hacerle bien dejó a su cargo.
Si te mandó que hicieses
la
persona de un pobre o un esclavo,
de un rey o de un tullido,
haz
el papel que Dios te ha repartido;
pues solo está a tu
cuenta
hacer con perfección el personaje,
en obras, en
acciones, en lenguaje;
que al repartir los dichos y papeles,
la
representación o mucha o poca
solo al autor de la comedia toca.
En El Gran Teatro del Mundo,
dice el autor:
Seremos, yo el Autor, en un
instante, tú el teatro, y el hombre el recitante.
En La Vida es Sueño, dice su
protagonista, Segismundo:
¿Qué
es la vida? Un frenesí.
¿Qué
es la vida? Una ilusión,
una
sombra, una ficción,
y
el mayor bien es pequeño;
que
toda la vida es sueño,
y
los sueños, sueños son.
Fue un extenso y detallado trabajo, desde el S. XVIII al XX. De los movimientos teatrales. De la Verdad Artística y Belleza Natural del mismo.
Del Uso de los propios sentimientos del actor/actriz. De autores consagrados , del Teatro Terapéutico..
De las supersticiones..
El color amarillo
está proscrito en el mundo de la escena, e incluso hay quien se pone
nervioso si alguien del público lo lleva. Al parecer, nace de la
muerte en escena del dramaturgo frances Jean-Baptiste Poquelin,
Molière.
En febrero de 1673, Molière estrenó «El enfermo imaginario», y
vestía de amarillo. En plena representación se sintió indispuesto
y pocas
horas después moría en
su casa. Desde entonces, se considera este color gafe para el
escenario.
Si ha pensado enviar
flores al
camerino de un actor o una actriz -algo que ellos agradecen mucho-,
no se le ocurra incluir claveles en el ramo. Esta superstición
procede, al parecer, del siglo XIX. Entonces, los teatros contrataban
a los intérpretes por temporada y su manera de comunicar la
renovación
del contrato a
una actriz era enviarle rosas. Si, por el contrario, le enviaban
claveles, era la sutil manera que tenía el empresario de decirle que
estaba despedida.
Y agradeciendo a Mercé su bonita e importante aportación para Tertulia Athenea
finalizo este resumen con una célebre frase de Arthur Miller..
" El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma"