El 11 de
enero de 2024, la tertulia Athenea se desarrolló en un lugar inusual para el
grupo: el despacho de arquitectura de los profesionales encargados de la
restauración de la Basílica “Iglesia de la Caridad”. La finalidad de esta
reunión fue conocer el desarrollo de las obras.
La Iglesia de la Caridad se edificó por
primera vez en el siglo XVII como capilla de un hospital benéfico que se
mantenía con los donativos de los ciudadanos de Cartagena, fundado por el
granadino Francisco García Roldán, soldado de galeras a las órdenes de Carlos
II (el hechizado). Era hermano de “la Santa Caridad de Sevilla” que fue su
fuente de inspiración. En 1693 empezó a pedir limosna para enterrar a los
forzados de galeras que se acumulaban en la ermita de la Guía en el muelle.
Alonso Cervera y Francisco Martínez continuaron su obra. En 1696 se
incorporaron a esta tarea Francisco Bravo de Rosas y el soldado inválido
Antonio Rosique; los cinco se dedicaron a dar sepultura y a trasladar enfermos
pobres a la casa de Roldan para curarlos. Cubrían los gastos pidiendo limosna.
Hacia 1710
empezó la construcción de hospital, la iglesia y la botica. La imagen de la Virgen
y Cristo yacente vino de Nápoles el 17 de abril de 1723. Dicha iglesia ocupo el
solar contiguo al hospital que previamente había sido cementerio. A causa de
las epidemias se llevaron los cementerios fuera de la ciudad.
La actual
iglesia se realizó entre 1890 y 1893 diseñada por el ingeniero Tomás Tallare,
que eligió el estilo neoclásico para dar forma al nuevo templo. La fachada
presenta tres partes sobre un gran basamento con pilastras compuestas y un
entablamento liso, así como un frontón curvo sobre el paño central. La planta
es circular, rematada por una gran cúpula con estructura metálica. Si bien en
esa época el uso de la estructura metálica supuso un gran avance tecnológico
que abría las puertas a todo tipo innovaciones, a largo plazo constituye el
origen de las patologías que aquejaban al templo. En 2015 se solicita al
ayuntamiento la declaración de ruina del edificio anexo, realizándose su
demolición y parte de la nueva obra en la planta baja. El 29 de julio de 2019
se inicia la reparación de la Basílica. Se evaluaron los problemas de
estabilidad y resistencia que el paso del tiempo y el aire salobre cargado de humedad
habían ocasionado en la estructura, infiltrado por las grietas de la fachada.
Se detectaron piezas muy afectadas por la corrosión. Eliminar esas partes
dañadas y sustituirlas por otras, o bien aplicarles un tratamiento protector de
lijado y “pasivado”, para evitar el avance de dicha corrosión, ha sido un
trabajo exhaustivo pero fructuoso porque garantiza la estabilidad del conjunto.
También se acometió la reparación de la cúpula y el cupulín, que presentaba
humedades. Se cambiaron los marcos metálicos de las ojivas. Y ya de paso, se
restauraron las vidrieras enviándolas a un taller especializado en Andalucía.
Además de
los problemas constructivos que aquejaban a la emblemática iglesia, ahora
basílica, se está lidiando con la escasez de recursos económicos, que impiden
el desarrollo fluido de las obras. Algunas entidades publicaron el anuncio de
una donación que finalmente no tuvo lugar, y esto produce una gran extorsión,
porque los responsables de la edificación contratan trabajos y materiales en
base a esa expectativa que luego no se produce. En definitiva, si el pueblo de
Cartagena desea tener su Iglesia en condiciones debe saber que tendrá que hacer
un esfuerzo y contribuir con donativos, porque hasta ahora, del cielo no caen.
Fue una tarde muy particular, los profesionales además de su minuciosa explicación, atendieron a todas nuestras dudas y para rematar su amabilidad, nos ofrecieron un suculento refrigerio.
ResponderEliminarEstamos obligadas a corresponder con la divulgación de las necesidades económicas que necesita la querida Basílica de la Caridad.
Un Oleee para tí, compañera tertuliana Carmen Rosique.
ResponderEliminarBonita y entrañable la historia de nuestra querida Basílica y que pronto disfrutaremos, de la magnífica tarea artesanal de restauración que están haciendo en la misma.
Gran sorpresa nos llevamos todas las que pudimos acudir, a la exposición documental de la laboriosa tarea, por los grandes profesionales que están en ello, y así recuperar todo lo dañado, y poder ofrecer a nuestra querida Virgen de la Caridad, y a la ciudad de Cartagena, un gran templo como se merecen. Gracias por todo lo que hacéis. Un abrazo. 🙅♀️