Ayer jueves 11 de Abril, nuestra querida tertuliana Aurora Morancho, nos ofreció con gran entusiasmo, la interesante Biografía del excelente científico, Santiago Ramón y Cajal.
Y como Aurora es una gran innovadora, además de aragonesa como Cajal, ha optado
por ofrecernos ella misma un resumen para éste nuestro Blogger.
Lo cual le agradecemos mucho.
Conoceremos
a un hombre cuya vida estuvo dedicada a desvelar los enigmas del sistema
nervioso: Santiago Ramón y Cajal.
Cajal se erigió como un incansable investigador de la anatomía humana. Sus minuciosos y precisos estudios le llevaron a descubrir las complejas conexiones entre las neuronas, las unidades fundamentales del sistema nervioso.
Su
labor pionera, reconocida como la "doctrina de la neurona",
transformó la neurociencia al evidenciar que el cerebro no constituía una masa
homogénea, sino una intrincada red de células independientes que interaccionan
entre sí.
Nació
en Petilla de Aragón en 1.852, una localidad navarra situada dentro del
territorio aragonés, Cajal se consideraba aragonés debido a la ascendencia y la
mayor parte de su crianza en esta región. Su padre, médico, llevó a la familia
a vivir en diferentes pueblos del Alto Aragón. Cajal utilizaba diferentes
formas de escribir su nombre, empleando a veces "Santiago Ramón
Cajal" y otras "Santiago Ramón y Cajal", siguiendo una tradición
aragonesa para evitar malentendidos. Aunque inicialmente su pasión fue la
pintura, la influencia de sus padres lo condujo hacia la medicina. Su padre,
debido a su comportamiento y bajo rendimiento escolar, lo sacó de la escuela en
varias ocasiones para que trabajara como aprendiz de zapatero y barbero,
adquiriendo habilidades manuales que luego serían útiles en su trabajo
científico, especialmente en la preparación de cortes histológicos para
examinar al microscopio.
Se casó con Silveria Fañanás García y tuvo siete hijos, colaborando activamente en las investigación y laboratorio de Cajal durante cincuenta años.
A pesar de la falta de apoyo institucional inicial, Silveria se encargó del cuidado de la familia, del hogar y de la economía conjunta, permitiendo a Cajal asistir al Congreso de la Sociedad Anatómica Alemana en Berlín en 1889, donde comenzó a recibir reconocimiento internacional por sus investigaciones.
Ramón y Cajal mantenía una relación amistosa tanto con el rey Alfonso XIII como con Juan Negrín, médico y presidente del Gobierno durante la Segunda República. A diferencia de las dinámicas actuales de confrontación, Cajal no se alineaba con bandos políticos, sino que tenía sus propias ideas y respetaba a quienes pensaban diferente. Demostró este respeto al indignarse por el intento de boicot contra Benito Pérez Galdós cuando fue propuesto para el Premio Nobel.
Cajal era patriota y tolerante, y su comportamiento lo reflejaba al relacionarse tanto con la élite como con los obreros.
Tras su regreso del Congreso de Berlín, Santiago Ramón y Cajal recibió numerosos reconocimientos internacionales destacados por sus contribuciones en el campo científico. En respuesta a la aclamación generalizada tanto por parte de la ciudadanía como de la prensa, el gobierno español creó el Laboratorio de Investigaciones Biológicas para Santiago Ramón y Cajal Y más tarde el Instituto Cajal. Esta acción sentó las bases de lo que posteriormente se convertiría en la Escuela Española de Neurohistología, un centro científico destacado en el país.
Recibió el Premio Nobel en Fisiología o Medicina en 1906, compartido con Camillo Golgi, por sus contribuciones a la neurociencia. Aunque Ramón y Cajal utilizó el método de tinción de Golgi, nunca estuvo de acuerdo con sus teorías científicas.
No solo fue un destacado investigador, sino también un educador excepcional, según sus propios relatos autobiográficos y las biografías de quienes lo conocieron. Destacó por guiar a sus alumnos, creando así una suerte de familia intelectual que continuó su legado. Su enfoque educativo combinaba pedagogía, patriotismo y perseverancia, inspirando a quienes lo rodeaban. Dentro de su laboratorio también formaron parte mujeres investigadoras, algo inusual en la época.
Sin embargo, la Guerra Civil Española provocó la dispersión de la mayoría de sus colaboradores, muchos de los cuales fueron sometidos a purgas ideológicas y destituidos de sus cargos.
Es considerado uno de los científicos más importantes de la historia, y su legado sigue siendo reconocido y homenajeado en todo el mundo. Ha sido homenajeado en esculturas, monumentos, calles y centros educativos con su nombre en diferentes ciudades.
El legado científico de Santiago Ramón y Cajal abarca varios campos de la neurociencia:
1. Teoría neuronal: Demostró que el sistema nervioso está compuesto por células individuales llamadas neuronas, conectadas entre sí a través de sinapsis, y no por una red continua de tejido.
2. Ley de la polarización dinámica: Estableció que las neuronas tienen una dirección de conducción de la información, desde el soma hasta las dendritas, lo que influye en la transmisión de señales nerviosas.
3. Descripción detallada del sistema nervioso: Realizó dibujos y descripciones minuciosas de diferentes tipos de neuronas y sus conexiones en todo el sistema nervioso, sentando las bases de la neuroanatomía moderna.
4. Regeneración neuronal: Demostró que las neuronas pueden regenerarse en ciertas condiciones, lo que tiene importantes implicaciones en la recuperación de lesiones cerebrales y enfermedades neurodegenerativas.
5. Plasticidad neuronal: Reconoció la capacidad del sistema nervioso para cambiar y adaptarse, un fenómeno conocido como plasticidad neuronal, lo que contribuyó al entendimiento de cómo el cerebro se adapta a cambios ambientales y lesiones.
6. Neuroanatomía comparada: Realizó investigaciones en animales para comparar la organización del sistema nervioso en diferentes especies, lo que permitió comprender mejor los principios generales de la neuroanatomía.
Además, descubrió las células intersticiales de Cajal, ubicadas en los músculos lisos intestinales, que desempeñan un papel crucial en la generación de contracciones y en la neurotransmisión entre las neuronas y las células musculares en el tracto gastrointestinal. Estas contribuciones fundamentales lo convierten en una figura clave en la historia de la neurociencia.
Un gran trabajo, enhorabuena!
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