Pintor cartagenero que nació en la popular calle Cuatro Santos en 1887, se iba a convertir en uno de los más destacados pintores de la ciudad, único por el ambiente cultural que creaba entorno a los centros en los que participaba, como en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Cartagena donde además de enseñar a pintar desde 1940, era un centro de reunión de otros artistas, músicos, literatos; el Ateneo de Cartagena, del que llego a ser vicepresidente; su propio Estudio de Vicente Ros, estudio de pintura en torno al que giró su aportación artística y cultural; y del cual, surgieron otros como el Centro de Estudios San Isidoro o el Teatro de la Cámara y Ensayo de Isidoro Maiquez que aglutinaban a jóvenes incipientes. En todos ellos era un centro para intelectuales donde se debatía con libertad cuanto acaecía no sólo en Cartagena sino en el mundo.
Este trabajo lo presentó magníficamente, el pasado jueves, nuestra contertulia Dori Martínez, por su saber como pintora profesional y por ser discípula desde 1953 del propio Vicente Ros en el estudio que el pintor tubo abierto en la Subida de la Morería nº 4 y que fue referente cultural de la ciudad durante 30 años.
Dori recuerda a su maestro como un gran humanista « que, sin querer, aglutinaba a su alrededor conocimientos y principios de amor y bondad. »
« A Don Vicente no se le pasaba por la mente hacer un cuadro convencional a pesar que pintara por encargo. »
« Don Vicente vivió toda su vida ensimismado en un extraño y abisal mundo interior, sin otra conexión con lo real que su superficie amable, cariñosa, acogedora, entrañable, bondadosa, indulgente para con todo lo exterior, el mundo en el que él no formaba parte, Si no fuera porque, a pesar de todo, se translucía su complicada intimidad, se diría que el maestro se limitaba a "ESTAR", no era: "estaba", y aquel ESTAR lo convirtió en el centro de su universo. »
« A Don Vicente no se le pasaba por la mente hacer un cuadro convencional a pesar que pintara por encargo. »
De sus obras Dori destacó “Los Kamarrupas en las ensoñaciones indias” (en tintas planas)
y otras obras como:
La Santísima Trinidad en Santa María de Gracia
San Isidoro para la CAM
Sagrado Corazón en Capitanía General
Retrato del Marqués de Pilares
Retrato de D. ALFONSO TORRES (Alcalde de Cartagena)
Retratos de la Sra. de BONET, del Doctor BONMATÍ, del magistrado SANTOS BOZALA, de “la querida” de CARRERE...
Dori comentó que aún recordaba oír en su viejo tocadiscos óperas, zarzuelas, conciertos… la música fue su gran pasión, fue un gran melómano. « La música fue el gran telón de fondo de sus clases. »
Nos recordó cuando la corregía: « Posado delante de mi cuadro con su eterno pitillo incombustible en la comisura de la boca, decía: - MUY BIEN NENICA...SIGUE ASÍ !!. Y se iba a terminar la ronda y después con el mismo tono nos decía a todos: - Voy a llevar a mear a D. VICENTE ROS »
A nuestra tertuliana le extrañaba que a pesar de que Vicente Ros había ignorado el impresionismo, le gustaba hacerles copiar láminas impresionistas y hasta puntillistas.
Dori no pudo dejar de recordar el “OFICIO” que había en sus clase y el rigor que imponía la disciplina de un arte acuñado a lo largo de los siglos para dominar las diferentes técnicas, “condición sine qua non” para ser de verdad pintor y artista.
« En torno a la Otomana se reunían los amigos del maestro “la vieja guardia”: Martinéz Gimeno, Pérez Espejo, Bonmatí, Azorín, Maria Teresa... personas cultas que en los cotilleo de la clase, con chanza, ponían el toque de humor. Que junto a otros tertulianos, eran poseedores de una “cultura detenida” o lo que es lo mismo, una “cultura inútil”. »
Vicente ingresa en 1900 en el prestigioso estudio de Wssell de Guimbarda, las enseñanzas de este magnífico pintor hispano-cubano y maestro impactan en él de forma especial y lo hace su referente. Fruto de esa influencia, cuando más adelante intenta intenta crear un museo en Cartagena, lo quiere nombrar Wssell de Guimbarda y aunque no lo consigue, si logra por la presión de sus alumnos, una calle en la ciudad a su nombre.
Desaparecido su maestro en el año 1907, Vicente Ros continúa su aprendizaje de forma autodidacta y comienza a exponer sus obras.
La primera vez en Cartagena en 1908, se trata de un retrato al natural que realiza al Marqués de Pilares, en ese momento Capitán General del Departamento y a su esposa.
Los contactos sociales del Marqués le facilitan la presentación de personas influyentes, como la Infanta Isabel de Borbon que le compra un cuadro de grandes dimensiones, entonces, tenía Vicente 23 años.
En 1917 se traslada a Madrid y con el apoyo del Marqués de Pilares se codea con los miembros de la Alta Sociedad madrileña, gana una beca por concurso del Ayuntamiento de la capital que le permite ingresar en el Circulo de Bellas Artes y completa su aprendizaje en el Museo del Prado (revelándose como un gran copista, rasgo que hereda de su Maestro Wssel de Guimbarda). Integrándose completamente en la vida cosmopolita de la ciudad.
Su estancia en la capital del reino dura 23 años, motivado por su carácter bohemio que encontraba en cafés y centros culturales de aquella época y sus contactos con intelectuales.
En el año 1931 vuelve a Cartagena por petición familiar y abre un estudio independiente que le monta su hermana, que enseguida adquiere gran prestigio, tanto por la clases que imparte como por el ambiente que el maestro cartagenero sabe crear.
Durante los años de la postguerra, el estudio sería « la única brasa, que mantiene sin apagarse el fuego de la cultura y el arte » en la sociedad estricta de aquellos años. Durante el largo tiempo que permaneció abierto fue un oasis de convivencia entre personas de distintas creencias, ideologías y clases sociales.
Por el estudio pasan todos los pintores del entorno en sus inicios: Manuel García Panadero, José Barceló, Briasco, Jesús Rodriguez Delgado, Hernández Cop, Maria Teresa García Cervantes... Destacando los pintores Enrique Gabriel Navarro y Alonso Luzzy (apodados por el pintor como “los nenes”).
Fruto de la influencia de Wssell de Guimbarda y su pasado fugaz por la masonería se apodo popularmente al estudio: “la logia guimbarda”.
Además Ros consiguen enriquecer la vida cultural de la ciudad con exposiciones periódicas, audiciones musicales y reuniones donde acuden literatos de la Cartagena del s.XX.
Nuestra tertuliana mantuvo una tarde muy enriquecedora y emotiva.
Dori, has tenido un invierno muy “nublado“ pero con tu trabajo “te luciste” y ya viste como disfrutamos de él. Así que con nuestros pensamientos positivos por tenerte entre nosotras y tus oraciones conseguiremos que vuelvas a tener una vida activa entre nosotras.
Gracias Dori !
Sentí mucho perderme este gran tema de Dori,ahora gracias a tu publicación Aurora, me hago una idea de esta tarde de arte que disfrutasteis.
ResponderEliminarSentí mucho perderme este gran tema de Dori,ahora gracias a tu publicación Aurora, me hago una idea de esta tarde de arte que disfrutasteis.
ResponderEliminar