domingo, 27 de octubre de 2024

 

El jueves 24 de octubre de 2024, Pilar Sánchez abrió el curso de la Tertulia Athenea con un interesante trabajo sobre el Código civil español “De las sucesiones”. Su objetivo parece encaminado a garantizar la libertad e independencia del testador y protegerlo de todas las circunstancias que lo pudieran comprometer.

“Los derechos de sucesión de una persona se transmiten desde el momento de su muerte”.

La sucesión es la voluntad de un hombre manifestada en testamento, (testamentaria) y si falta este, se hará lo que disponga la ley (legítima).

“La herencia son todos los bienes, derechos y obligaciones de una persona que no se extingan por su muerte”

“Están incapacitados para testar los menores de 14 años y el que habitual o accidentalmente no se halle en su cabal juicio”.

“El testamento puede ser común o especial.

El común puede ser ológrafo, abierto o cerrado.

Se consideran especiales el militar, el marítimo y el hecho en un país extranjero”.

“Para que sea válido el testamento ológrafo deberá estar escrito todo él y firmado por el testador, con expresión del año, mes y día en que se otorga”. Deberá presentarse antes de los cinco años del fallecimiento, o no será admitido.

No pueden heredar los que hubiesen atentado contra el testador o su familia.

Legítima es la porción de bienes de que el testador no puede disponer por haberla preservado la ley a determinados herederos, llamados forzosos.”

“Son herederos forzosos los hijos y descendientes respecto de sus padres y ascendientes. Y el viudo o la viuda en la forma y medida que establece este código”.

Constituyen la legítima de los hijos y descendientes las dos terceras partes del haber hereditario del padre y de la madre.

Sin embargo, podrán disponer estos de una parte de las dos que forman la legítima, para aplicarla como mejora a sus hijos o descendientes.

La tercera parte restante será de libre disposición.

 

viernes, 11 de octubre de 2024

 

Gaudeamus igitur

Ayer dimos inicio al nuevo curso de nuestra entrañable tertulia. Podía escribir que dio inicio nuestra tertulia y punto, pero nuestra tertulia es entrañable. Aunque figura en sus estatutos que su finalidad es debatir sobre temas de interés de ámbito cultural, histórico, ciencia y actualidad, aquí se habla de todo, aquí se solapan unas intervenciones con otras, cada tertuliana propone un tema a debatir, un calendario a seguir, un auténtico guirigay¡, pero de ese tremendo brainstorming o lluvia de ideas, siempre surgen temas nuevos y eso que dentro de dos años cumplimos nada menos que treinta años de encuentros en Athenea pero seguimos descubriendo temas nuevos, como ayer que pasamos de las posibilidades de Google o la Inteligencia Artificial con algunos ejemplos.


Seguimos cumpliendo años, pero seguimos como las tortugas carey presumiendo de antigüedad y valor y como las carey, aunque parezca que estamos en peligro de extinción, aquí seguimos.

Notareis que no he mencionado el porqué del título de este articulo y lo he escrito con toda intención: ayer nos saludamos, nos contamos las vacaciones, los viajes, las vivencias y lo único que no hicimos fue cantar el gaudeamus igitur como inicio de curso:

Gaudeamus igitur,
iuvenes dum sumus. (bis)
Post iucundam iuventutem,
post molestam senectutem,
nos habebit humus.

Alegrémonos pues,
mientras seamos jóvenes.
Tras la divertida juventud,
tras la incómoda vejez,
nos recibirá la tierra.

La verdad que después de leer la traducción ya no me hace tanta gracia cantar el Gaudeamus…

       Lo dicho: Ayer dio inicio el nuevo curso de la Tertulia Athenea 2024-2025