Uno de los personajes tratados por Alberto Colao fue el escritor y militar Francisco Villamartín, sobre el cual trató su discurso de entrada en la Academia Alfonso X el Sabio, Y, junto a esta labor, también es de destacar su faceta como estudioso de la teología bíblica y de los profetas. En los años sesenta, tradujo a Jeremías, Ezequiel o Daniel.
Alberto Colao fue director de la Biblioteca San Isidoro y del Aula
de Cultura de la CAM. Tras su fallecimiento, impulsado por el Ayuntamiento de
Cartagena y otras instituciones y colectivos, Cartagena quiso darle público
reconocimiento otorgándole su nombre a la residencia universitaria, inaugurada en
octubre de 1982, siendo alcalde Enrique Escudero de Castro.
Alberto Colao era uno de los intelectuales de primera fila que ha tenido Cartagena en sus últimas décadas. Con un bagaje cultural impresionante, del que hacía gala en sus artículos.Tenía también Colao un conocimiento de la idiosincrasia cartagenera que ribeteaba de mordaces, agudas y a veces satíricas pinceladas.
Después, tras hablarnos ambas
de su actividad profesional, Caridad Rosique, cartagenera, admiradora de
Cartagena, enamorada de Cartagena e interesada en investigar sobre pequeñas y
grandes historias de nuestra ciudad, nos habló de La Asociación de Mujeres Carmesí de Cartagena que nace para
disfrutar y vestirse de época, ya sea la del Modernismo como la de cualquier
otra etapa de la historia que esté relacionada con la ciudad de Cartagena.
Su apuesta es por la moda, la historia, las tradiciones, los estilos lo que les hace recorrer todas las diputaciones y barrios recogiendo información de costumbres, anécdotas e historias menudas de todos los lugares que visitan. El archivo municipal es una gran fuente de información de las que se nutren.
La
tarde transcurrió de forma muy amena y variada con gran participación de las
tertulianas asistentes.