Esta tarde nuestra querida
tertuliana Chuqui Núñez nos ha deleitado contándonos relatos de su infancia en
el Mar Menor, desde sus primeros baños, sus pandillas de amigos, sus padres,
los guateques, las noches y los amaneceres, la pesca de pequeños peces con un
ladrillo, cosas y casos vividos en Los Nietos.
La tarde ha avanzado mezclándose los recuerdos de Chuqi con los de cada una de nosotras. Muchos de nuestros recuerdos y vivencias coincidían con los de ella, unos vividos en Los Alcázares, otros en Islas Menores, en La Azohia, la Manga o Mar de Cristal e incluso hemos llegado nadando hasta La Concha en San Sebastián.
Nuestra infancia, nuestros padres
y amigos han aparecido ante nosotras. Situaciones vividas coincidentes como el
primer baño, la primera llegada nadando hasta la raya azul, la travesía en
barco hasta las dunas arenosas del lejano Mar Mayor de La Manga repleta de
conchas y restos marinos, aquel primer amor…
El tema de Chuqui no ha sido simplemente la narración de recuerdos de infancia, adolescencia y juventud de ella en “su playa querida”. Ha sido un modo de despertar en cada una de nosotras aquellos años de nuestra vida, nuestros trajes de baño, el primer biquini, la música de fondo, los collares hechos de caracolillos pequeños recogidos en la orilla del mar.
Aquí vendría muy bien aquella frase que decía: ¡Cuando éramos tan felices y no lo sabíamos!
Se acabó una tarde más en la
Tertulia porque había que terminar, pero no porque quisiéramos acabar. Fue una
tarde mágica llena de recuerdos y nostalgias, de músicas, amaneceres y rumor de
olas. Gracias Chuqui.