Queridas
amigas: No quiero asustaros ni preocuparos, pero tengo que desahogarme con
alguien y nadie mejor que vosotras para compartir mis últimos temores, los que
me desvelan y me dejan en blanco noche tras noche, escuchando los programas de madrugada
como “Poniendo las calles” y otros similares.
Estoy
asustada, os lo confieso. Cuando enciendo el ordenador y estoy sola en casa lo
hago con miedo. No sé si lo que aquí escribo seguirá estando en la pantalla
cuando me doy la vuelta y por eso me mantengo frente a la pantalla sin atender
a otras cosas que son más prioritarias.
Tengo
miedo de “la nube”, pero no de esas nubes blancas que adornan nuestro cielo, no
de esos cirros anaranjados que nos despiden algunas tardes por el oeste de
nuestro paisaje, ni tampoco siquiera esas nubes negras, grises, oscuras,
cargadas de lluvia tan necesaria para nuestros campos.
No, no me
refiero a esa clase de nubes. Tengo terror ante una nube malvada, una nube
perversa, que no sabemos dónde se encuentra pero ella si sabe dónde estamos, dónde
guardamos nuestros trabajos elaborados con esfuerzo titánico. Ella nos vigila y
espera escondida a que preparemos los trabajos que la investigación o la inspiración
han logrado que plasmemos negro sobre blanco.
“Estará
en la nube” nos dicen con cara de suficiencia algunas personas a las que hemos
hecho la confesión dolorosa de que hemos perdido un trabajo al que habíamos dedicado
horas y horas. “Estará en la nube” y se quedan tan tranquilas. Miramos a lo
alto, nos asomamos a la ventana intentando descubrir donde se haya la nube
ladrona, la nube rastrera que vive apoderándose de nuestro esfuerzo, de
nuestras horas robadas al sueño, de los ojos enrojecidos, del tiempo que no
hemos dedicado a nuestros seres queridos y tan solo vemos el hermoso azul del
cielo y a veces unos cúmulos, unos cirros o estratos pintando de blanco, de
rosa o de gris el paisaje celeste.
¡Maldita
nube! Ella y solo ella es la culpable de que tantos y tantos hermosos trabajos
de muchas personas a las que aprecio de veras hayan desaparecido de sus portátiles,
de sus tablets e incluso de sus pequeños e inocentes móviles. ¡Cuánto tiempo
perdido! ¡Cuánto esfuerzo desperdiciado!
Antiguamente,
cuando éramos jóvenes estudiantes y no habíamos tenido tiempo de hacer la
tarea, lo más que se nos ocurría decir como excusa era que se había volcado el colacao
encima… Eran otros tiempos. Tiempos honestos y limpios, tiempos en los que nuestros
temores consistían en soñar con la última película de terror que habíamos visto,
pero hoy, ahora, estamos pendientes las veinticuatro horas del día de vigilar a
“la nube”. Mencionarla tan solo me eriza el vello de la espalda.
¿Existe
realmente? ¿Hay alguien que la haya visto? ¿Dónde se oculta? Todas estas
preguntas son las que me quitan el sueño. Si alguien tiene respuesta a mis
angustiosas dudas le ruego se ponga en contacto conmigo, pero, por favor, nada
de WhatsApp, nada de email, ni mucho menos a través de Facebook, nada que pueda
ser interferido por “la nube”.
Quedo
agradecida de antemano. Un saludo.
Te doy tod la,razon, carmina. Eso de la, nube es algo fantastico, y aterrador al.mismo tiempo. Yo musma perdi mi trabajo ytu misma me dijistes. Seguro q,esta en.la nube. Hemos confiado en ella, pero ya debe estar saturada y no puede almacenar mas cosas.
ResponderEliminarTendremos q volver al lapiz y papel y a los,archivadores de toda la vida.
Jajaja, muy bueno Carmina!!! Pero siempre se ha dicho.. Estas en las nubes..o sea, perdida, perdida pero a gusto. A veces nos quedamos a gusto y nadie se da cuenta.
ResponderEliminarSiiiii, pero cuando pierdes algo en la nube...!!!!!,
ResponderEliminarEstas enfadada, confundida , desconcertada....
Todo menos quedarnos a gusto
Que se lo.pregunten a. Solé, q estaba para q le diera un.infarto
ResponderEliminarHablar a bonico que la nube nos vigila...
ResponderEliminarSencillisimo!!!!estará junto al calcetín que desaparece en la lavadora...a ese botón que ves como se desprende pero nunca aparece...al billete que recuerdas haber metido y al ir a pagar tienes que utilizar la tarjeta..y con el pendiente de nuestra famosa Lola Flores...
ResponderEliminarLa nube de internet. Amigas, no nos puede salir tan barato el navegar por Internet ..Ya dijo Richard Staliman fundador de la Freeman Software Foundation, que la computación en la Nube pone en peligro las libertades de los usuarios, porque estos dejan su privacidad y datos personales a terceros( vamos, una trampa destinada a obligar a más gente a adquirir sistemas propietarios, bloqueados,que les costarán cada vez más.)
ResponderEliminarLe preguntaremos como dice Perales..y quién es él.. o ella?..es una ladrona qué me ha robado todo...
Sigo tus consejos Carmina e intento un comentario como anónimo
ResponderEliminar¿Ves como lo has conseguido? El próximo día resolvemos las dudas.
EliminarYa veo ,ya.
ResponderEliminarSois estupendas y en esto no hay quien os gane .Gracias.