Una
tarde más nos reunimos a escuchar, comentar y debatir un nuevo tema en la sede
de nuestra tertulia y el jueves pasado nos contó Fina Pedreño un tema curioso
referente al pasado de nuestra actual “hostelería” aunque en Latinoamérica se
la conozca como “hotelería”.
Cuando
se confirmen las fechas las intentaré colocar aquí para la información de
todas, ya que en nuestra mesa de trabajo se habla de tantos temas diferentes
que al final, salvo Clara y alguna más, no nos enteramos de nada porque (al fin
y al cabo somos mujeres) hay momentos en que se cruzan cinco, seis o más
conversaciones diferentes y es un milagro escuchar a todas a la vez.
La
tarde dio para todo esto y para mucho más y como siempre se puso de manifiesto
que nuestra tertulia está viva y se mueve y consigue movilizar nuestras
neuronas de un lado a otro con tanta información.
P.D:
No me resisto y os voy a repetir el poema de Kavafi que tanto tiene que ver con
el tema de nos trajo Fina.
|
Cuando
emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias. No temas a los lestrigones ni a los cíclopes ni al colérico Poseidón, seres tales jamás hallarás en tu camino, si tu pensar es elevado, si selecta es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. Ni a los lestrigones ni a los cíclopes ni al salvaje Poseidón encontrarás, si no los llevas dentro de tu alma, si no los yergue tu alma ante ti.
Pide
que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano en que llegues -¡con qué placer y alegría!- a puertos nunca vistos antes. Detente en los emporios de Fenicia y hazte con hermosas mercancías, nácar y coral, ámbar y ébano y toda suerte de perfumes sensuales, cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas. Ve a muchas ciudades egipcias a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten
siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino. Más no apresures nunca el viaje. Mejor que dure muchos años y atracar, viejo ya, en la isla, enriquecido de cuanto ganaste en el camino sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca
te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino. Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque
la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, entenderás ya qué significan las Ítacas. |
Muy buena fotografía de muestra tertulia, y precioso el poema de kabafy, q aunque conocido, siempre gusta volverlo a leer
ResponderEliminar