sábado, 24 de noviembre de 2018

Se hace camino al andar...


Una tarde más nos reunimos a escuchar, comentar y debatir un nuevo tema en la sede de nuestra tertulia y el jueves pasado nos contó Fina Pedreño un tema curioso referente al pasado de nuestra actual “hostelería” aunque en Latinoamérica se la conozca como “hotelería”.


 Ya nos ha hecho un resumen de ello Águeda, pero la tarde dio para mucho más. Después de recorrer todas las ventas, posadas, mesones, albergues y tabernas de la región y fuera de ella, aún nos pedía el cuerpo seguir con el tema de la alimentación y se confirmó el día,  lugar y hora de nuestra entrañable comida navideña del próximo mes y como “no solo de pan vive el hombre” (ni por supuesto la mujer), nos dio aún tiempo para que nuestra coordinadora, Ana, consiguiese organizar y programar actividades, trabajos y visitas para el segundo trimestre del curso.
Cuando se confirmen las fechas las intentaré colocar aquí para la información de todas, ya que en nuestra mesa de trabajo se habla de tantos temas diferentes que al final, salvo Clara y alguna más, no nos enteramos de nada porque (al fin y al cabo somos mujeres) hay momentos en que se cruzan cinco, seis o más conversaciones diferentes y es un milagro escuchar a todas a la vez.
La tarde dio para todo esto y para mucho más y como siempre se puso de manifiesto que nuestra tertulia está viva y se mueve y consigue movilizar nuestras neuronas de un lado a otro con tanta información.

P.D: No me resisto y os voy a repetir el poema de Kavafi que tanto tiene que ver con el tema de nos trajo Fina.





Ítaca

Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Más no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.



1 comentario:

  1. Muy buena fotografía de muestra tertulia, y precioso el poema de kabafy, q aunque conocido, siempre gusta volverlo a leer

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