Nada más regresar de nuestro
encuentro semanal, tomo asiento ante el ordenador para escribir esta reseña
sobre el tema presentado por Dulce Bódalo y me pongo a ello rápidamente porque
no quiero que se me olvide todo lo que nos ha contado nuestra tertuliana.
Tras definirnos, pese a su ambigüedad, la palabra
SECTA, nos ha expuesto los numerosos criterios que la definen como la
atracción, la captación o la ruptura con el mundo exterior.
Para atraer a un futuro adepto se le ofrece
distintos motivos que hacen apetecible la entrada en la secta: motivarlo a
progresar, encontrar el equilibrio, la paz, la salud, la armonía o la
serenidad. Estos y otros motivos conducen a las personas a incorporarse a
ellas.
Nadie es reclutado a la fuerza. Cuando se contacta
con él, éste se siente feliz, alegre, radiante ya que ha encontrado, por fin,
la respuesta a todas sus dudas, por lo cual rompe paulatinamente con el mundo
anterior, como la familia, amigos o ambiente.
Las sectas se visten de diferentes máscaras: la del
compañerismo, la del remedio para la soledad o el aislamiento social y les
invitan a perseguir causas nobles ecologistas, deportivas, culturales, etc.
Detrás de una seductora máscara se esconden los
peligros que luego sufren sus adeptos, pues los animan a despojarse de los
conocimientos adquiridos y considerar el mundo exterior como un enemigo.
Ha continuado Dulce describiendo los sutiles medios de que se valen cada una de las sectas más conocidas y lo difícil que resulta salir de ellas, ya que aquellos que tras grandes esfuerzos lo consiguen se encuentran en “tierra de nadie” ya que ni aquellos a los que deja, ni aquellos otros con los que vuelve a encontrarse son lo que él creía. Las secuelas, tras la salida de una secta, son comparables con el shock traumático de los veteranos de guerra.
A diferencia del acceso a la secta que suele ser apetecible,
gradual y atrayente, la salida de la misma se convierte en un proceso lento y
doloroso y por ello hay que estar muy atenta la familia y amigos en evitación
de recaídas y retrocesos.
Tan solo en España existen alrededor de doscientos
grupos sectarios con miles de seguidores y son de todo tipo. Nos ha ido
relacionando nuestra compañera tertuliana diferentes tipos de sectas, unas
menos dañinas que otras más perniciosas y ahí nos ha recordado los casos
que la prensa del momento nos ha ido descubriendo y es que el nivel de
peligrosidad de algunas sectas partiendo de conceptos agradables y tiernos
pueden acabar en muertes multitudinarias.
Terminada su exposición, el resto de compañeras ha
ido aportando conocimientos, anécdotas y experiencias conocidas del tema. Siempre
resulta interesante conocer distintas cuestiones de la sociedad y Dulce nos ha
mostrado esta tarde otro nuevo tema a conocer o recordar. Gracias.
Dulce lo explicó muy bien y como era de esperar Carmina lo relata maravillosamente y aporta fotografías adecuadas al tema
ResponderEliminarGran trabajo nos ofreció ayer nuestra compañera Dulce Bódalo, con ese fenómeno de las sectas. Un tema que no tiene fin, a pesar de tanta información como hoy en día tenemos. Y muy bien detallado por Carmina, con su singular estilo, en la publicación del mismo.
ResponderEliminarMuchas gracias a las dos.